“Me encanta hacer algo en Miami porque es totalmente pop”, dice Marta Minujín a LA NACION sobre Dreamscape, su primer proyecto público en Miami, que consistirá en la instalación de dos de sus esculturas inflables en Jungle Plaza, en el Design District, desde el martes próximo hasta fin de mes. También se presentará allí el documental sobre su vida que se proyectó semanas atrás en el Malba y su reciente libro, Mis años en Nueva York.

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Minujín conversará además en público con el visionario Craig Robins, desarrollador de este barrio que combina tiendas de lujo, galerías, museos, tiendas de diseño, restaurantes e importantes instalaciones de arte y diseño. Junto con el Instituto de Arte Contemporáneo (ICA) y apoyo de la Fundación Ama Amoedo y Clarice O. Tavares, el Design District otganizó la exposición de Golosina emocional y la Escultura de los deseos.

Render de las esculturas que se instalarán en Miami

Esta última ya se pudo ver en Buenos Aires durante el festival Lollapalooza en 2019 y 2022, y en la Pinacoteca de San Pablo en 2023. Son similares a La escultura de los sueños, también de nueve metros de alto, que ya pasó por Times Square y la explanada del Palacio Libertad; hasta el 30 de marzo se exhibe en el Roma Convention Center y seguirá camino a Qatar. Otra se instalará en París, en junio.

Esta nueva idea que tuve está fantástica, porque de pronto se está moviendo por todos lados –dice Minujín-. Por el hecho de ser esculturas inflables, son estructuras gigantescas que podés transportar en una caja no demasiado grande, que pesa entre 120 y 180 kilos, mientras que una de mis esculturas chicas de bronce pesa 120 o 140. Aparte la gente participa, entra y sale, oye cantos de pájaros, la pasa bien adentro, puede soñar, tener deseos. Después atraviesan golosina emocional, para comerla con los ojos, con colores de caramelos. Todo súper pop, es la esencia del chicle globo. Todas estas esculturas son como si yo agarro, llego a Miami y soplo, y las esculturas aparecen. Es un soplido alegría y de vida. Bueno, todo mi arte es así: es la ideología que tengo yo, de que la gente la pase bien. Antes era el drama, pero voy cambiando.”

Las esculturas inflables de Minujín llevan a otra dimensión y materialidad, lo que permite al público vivir experiencias inmersivas, las obras con colchones de colores reales que comenzó a realizar en la década de 1960. Con ellos realizó por ejemplo ¡Revuélquese y viva! Y Eróticos en technicolor, instalaciones con la que ganó el Premio Premio Nacional del Instituto Torcuato Di Tella en 1964.

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