Aunque en la Península el nombre suele extraño, el ñame es un producto nacional compartido en muchos hogares canarios. Este tubérculo originario del norte de África y Asia data de hace 8.000 años y llegó a las Islas Canarias de la mano de viajeros
Se trata de una hortaliza similar a la patata o a la batata, pero con una corteza irregular y dura que resulta difícil de pelar. Este alimento es rico en hidratos de carbono, proteínas y vitamina C y suele encontrarse en algunos platos canarios, generalmente hervido, asado o en puré. El ñame aporta a la dieta carbohidratos complejos, fibra, vitamina A y vitaminas del grupo B, además de contener minerales como el potasio, manganeso, cobre, calcio, hierro y fósforo.
Este contenido nutricional llena al tubérculo de grandes beneficios para la salud, con efectos en el cerebro, la digestión o el colesterol.
Beneficios del ñame
Algunos estudios sugieren que el ñame mejora la función cerebral al aportar un compuesto único llamado diosgenin, que promueve el crecimiento neuronal, mejora la memoria y las capacidades de aprendizaje. De hecho, una investigación de la National Library of Medicine demostró que las personas que consumían este tubérculo obtenían mejores resultados en pruebas de función cerebral
Además, el ñame puede aliviar los síntomas de la menopausia. La inclusión de 390 gramos de ñame en el día puede aumentar los niveles de estrona y estradiol, dos estrógenos que normalmente descienden con la menopausia y pueden ayudar a mitigar sus efectos, según un estudio de 2005 de la Universidad Normal Nacional de Taiwán.
Otras investigaciones le atribuyen al tubérculo propiedades anticancerígenas, al menos según lo mostrado en animales. Los ñames aportan varios antioxidantes que en estudios con animales han demostrado una reducción significativa del crecimiento de tumores de colon. Además, un estudio de probeta descubrió que los extractos de ñame chino, específicamente la cáscara, inhibían el crecimiento de tumores hepáticos y ofrecían propiedades antioxidantes.
El ñame tiene también sus efectos en la salud digestiva: sus antioxidantes pueden reducir la inflamación causada por enfermedades como el cáncer de colon o el síndrome del colon irritable, mientras que el almidón resistente presente en el tubérculo puede incrementar las enzimas digestivas que ayudan a descomponer los alimentos y aumentan la cantidad de bacterias buenas. El ñame ayuda a reducir el apetito y mejora la pérdida de peso, según han señalado algunos estudios con animales.
Además, algunas investigaciones lo vinculan a la reducción de los niveles de colesterol en sangre, así como a mejoras en la regulación del azúcar.
El cultivo de ñame, en peligro
En España, el ñame puede encontrarse en las listas de La Palma, La Gomera y Tenerife, donde forma parte de la dieta de la población local. Sin embargo, su producción ha experimentado un descenso constante desde el año 2020, en gran parte por la complejidad de su cultivo.
El ñame requiere un suministro constante de agua, lo que supone un desafío en un contexto de recursos hídricos limitados. Además, el envejecimiento de los agricultores y la falta de interés de las nuevas generaciones en continuar con esta actividad han agravado la situación.
