Luego de los disturbios ocasionados por los barra bravas de Huracán, a fines de febrero durante el clásico frente a San Lorenzo y por el cual el Ministerio de Seguridad de la Ciudad prohibió el ingreso a las canchas a unos 29 hinchas del Globo, se conoció que otros 47 miembros de la organización fueron sancionados con la misma medida. Entre los afectados se encuentra el líder, Claudio De Respinis, alias “Conejo” o “Cone”, quien fue arrestado por la Policía de la Ciudad el lunes, tras el enfrentamiento a tiros que protagonizaron dos facciones de la hinchada, en Nueva Pompeya.
El organismo de Seguridad, que conduce Horacio Giménez, tuvo en cuenta además el mencionado episodio, que se desató alrededor la noche del domingo cerca del domicilio de De Respinis, en José C. Paz.
En total, los 78 hinchas afectados por la resolución tomada por la Subsecretaría de Seguridad Ciudadana y Orden Público, a pedido del Comité de Seguridad en el Fútbol de la Ciudad, recibirán distintas inhabilitaciones para ingresar a los estadios porteños, con penas que van desde los tres meses hasta los cuatro años.
La medida, enmarcada dentro de la Ley 5847 de Régimen Integral en Eventos Futbolísticos, establece una sanción máxima de 48 meses de derecho de admisión tanto para “Cone” como para otras 47 personas, mientras que otros tres recibieron dos años de prohibición; 18 hinchas fueron inhabilitados por un año y 11 más, tendrán tres meses sin poder asistir a los partidos.
En esta ocasión, los hechos que motivaron esta decisión se remontan al 23 de febrero, cuando en el clásico entre Huracán y San Lorenzo, un grupo de aficionados se enfrentó en una de las tribunas del estadio Tomás Adolfo Ducó, generando un clima de extrema violencia. Ese día, varios hinchas fueron detenidos, mientras que otros involucrados fueron identificados posteriormente gracias al análisis de las imágenes captadas por la Unidad de Coordinación Operativa y las brigadas de video de la División Exteriores de Video de la Policía de la Ciudad. En las grabaciones se podía observar como se enfrentaban a golpes de puño. La causa quedó en manos de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N° 8, que interviene en el caso.
Esto motivo al ahora ex titular de Seguridad, Waldo Wolff, a anunciar, a través de un tuit, una sanción que iba a ser impuesta para que “los violentos” queden afuera. “Todos están a disposición de la Justicia, y saldrá una sanción ejecutiva ejemplar desde el Ministerio de Seguridad de la Ciudad para que queden afuera de los estadios por años”, decía.
Una medida similar fue tomada el pasado 25 de febrero por la cartera nacional, contra el presidente del Club Atlético Platense, Sebastián José Ordoñez, por un episodio ocurrido también frente al Ciclón. Según las explicaciones brindadas por la autoridad del club, todo se trató de un confuso episodio, dado que no hubo intención y tampoco le pegó a nadie. Dijo que celebró el tanto de su equipo, tirando hacia el piso la botella con tanta fuerza que rebotó y fue a parar al acrílico que está debajo de los palcos, pero sin lesionar a nadie.
Sin embargo, el organismo conducido por Patricia Bullrich, destacó la “aplicación de políticas y estrategias para el control de la seguridad en espectáculos futbolísticos, generando competencias de prevención de la violencia en los mismos y coordinando las acciones necesarias con las áreas de la Jurisdicción competentes”
Guerra entre facciones de la barra de Huracán
El viernes último, la pelea entre las dos facciones enfrentadas escaló aún más cuando se produjeron detonaciones de armas de fuego en la intersección de Pío Mujica y Corrales, en el barrio de Nueva Pompeya. Como resultado de este enfrentamiento, un Volkswagen Bora terminó con dos impactos de bala, aunque no se registraron heridos.
A raíz de estos hechos, la Policía de la Ciudad, a través de personal de la Comisaría Vecinal 4B, logró identificar a ocho personas, entre ellas Claudio “Conejo” De Respinis y su hijo, quienes fueron detenidos el domingo. La medida adoptada por el Ministerio de Seguridad porteño busca prevenir nuevos episodios de violencia y garantizar la integridad física del público en los estadios.
