Las aguas del Pacífico ocultaron durante 95 días el paradero de Máximo Napa Castro, un pescador peruano desaparecido en altamar tras zarpar desde Marcona, Ica. Su familia vivió en la incertidumbre hasta que un barco pesquero ecuatoriano lo encontró con vida en aguas de ese país. Apodado “Gatón”, fue hallado en un estado de extrema debilidad, sin agua ni alimento suficiente. Su rescate ocurrió tras pasar 15 días sin acceso a agua potable, lo que agravó su condición física, pero aferrado a la esperanza de volver a casa.

El 7 de diciembre de 2024, Máximo dejó la costa peruana en su embarcación artesanal “Gatón 2″, como lo hacía habitualmente, con el propósito de capturar huevera. Diez días después, el contacto con su familia se cortó. La última señal lo ubicó a 40 millas de la Isla Santa Rosa, en Pisco. A partir de ese momento, comenzó una búsqueda desesperada en coordinación con la comunidad pesquera y autoridades marítimas que parecía no tener fin.

Familia espera su pronto retorno al Perú

El drama de la familia Napa terminó con una emotiva videollamada. Ahora exigen ayuda del gobierno peruano para traer de vuelta a Máximo. (Composición: Infobae / Redes sociales)

La noticia del hallazgo fue confirmada por Sheyla Torres, sobrina de Máximo, quien se comunicó con el corresponsal de Diario Correo en Caravelí, Arequipa. En sus declaraciones, expresó la necesidad de apoyo por parte del Gobierno y la Cancillería para gestionar el pronto retorno de su tío al Perú. “Hemos esperado tanto por esta noticia, ahora necesitamos ayuda para traerlo de vuelta”, mencionó.

En un video que capturó el reencuentro virtual entre Máximo y su familia, se escuchan expresiones de alivio y emoción. Su madre, hermanos y otros parientes no pudieron contener las lágrimas mientras conversaban con él. “Mi vida, mi vida, hijito de mi vida, hijo, papacito lindo… Gracias a Dios que estás con nosotros”, fueron algunas de las frases que se registraron en la emotiva llamada.

Los detalles sobre cómo logró sobrevivir tanto tiempo en el océano aún están siendo esclarecidos. Lo que se sabe hasta el momento es que el pescador resistió durante semanas con los pocos recursos que tenía a bordo y que, tras quedar sin provisiones, se vio obligado a improvisar estrategias para mantenerse con vida.

Desde que se reportó su desaparición, la familia mantuvo la esperanza de encontrarlo con vida. Su hijo, Eder Napa Torres, encabezó los esfuerzos para obtener información, difundiendo su caso en redes sociales y solicitando apoyo a la comunidad marítima. Sin embargo, con el paso de los días, la incertidumbre creció y la preocupación se hizo más profunda.

Apoyo de la comunidad pesquera

Las duras condiciones climáticas y la falta de comunicación complicaron la búsqueda. Su caso reabre el debate sobre la seguridad de los pescadores artesanales en Perú. (Difusión)

Desde el momento de su desaparición, pescadores de distintas zonas del país mostraron su solidaridad con la familia de Máximo. Muchos se unieron a la búsqueda, compartiendo información sobre embarcaciones que navegaban por la zona donde se le vio por última vez. Algunos señalaron las difíciles condiciones climáticas de diciembre y enero como un factor que pudo haber complicado su retorno.

La familia de Máximo ha solicitado la intervención de las autoridades peruanas para coordinar su traslado desde Ecuador. En estos momentos, la tripulación que lo rescató le ha brindado alimentación, ropa y atención básica mientras se resuelven los trámites necesarios.

El caso de Máximo Napa Castro ha puesto en evidencia las condiciones a las que se enfrentan los pescadores artesanales en el Perú. La falta de sistemas de comunicación más eficientes y de protocolos de seguridad adecuados son aspectos que han sido mencionados tras su rescate. Mientras se organizan los detalles de su retorno, su familia aguarda con ansias el reencuentro definitivo.

¿Cuál es el efecto del agua de mar en la piel y el cabello?

Los síntomas más comunes incluyen piel reseca, escamosa y con picazón (Getty Images)

El agua del mar, aunque rica en minerales, tiene un efecto deshidratante en la piel debido a su alto contenido en sal. Al entrar en contacto con el agua salada, la epidermis pierde humedad y puede quedar seca, áspera y tirante. Este efecto se intensifica cuando la piel está expuesta simultáneamente al sol, ya que los rayos UV debilitan la barrera cutánea natural, aumentando la pérdida de agua y la sensibilidad.

Además, la contaminación marina añade un factor adicional de riesgo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta el 100% de las playas del mundo contienen microplásticos, partículas tóxicas diminutas que pueden adherirse a la piel.

La contaminación del mar debe tenerse en cuenta, ya que el agua salada de nuestra costa desnutre la piel, mientras que el agua dulce produce el efecto contrario”, señaló la médica dermatóloga de la Asociación Argentina de Dermatología Graciela Ferraro.

Estos residuos no solo agravan la sequedad, sino que también pueden causar irritaciones o reacciones alérgicas en personas con piel sensible. En este contexto, es imprescindible una limpieza adecuada tras la exposición al agua salada para prevenir problemas a largo plazo.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí