Tiger Woods, considerado uno de los mejores golfistas de la historia, fue sometido este martes a una operación para reparar una rotura del tendón de Aquiles izquierdo, según anunció la propia leyenda en un comunicado en sus redes sociales.
Woods, ganador de 15 torneos de Grand Slam, y que no compite desde el Abierto Británico de julio pasado, dijo que la lesión le fue detectada por un “dolor agudo” en el tendón mientras practicaba.
“A medida que comencé a intensificar mis entrenamientos y prácticas en casa, sentí un dolor agudo en mi tendón de Aquiles izquierdo, y se consideró que estaba roto. Esta mañana, el Dr. Charlton Stucken, del Hospital for Special Surgery, de West Palm Beach, Florida, realizó una reparación mínimamente invasiva del tendón de Aquiles por una rotura del mismo”, mencionó Woods en el comunicado, sin dar detalles sobre los tiempos de recuperación.
As I began to ramp up my own training and practice at home, I felt a sharp pain in my left Achilles, which was deemed to be ruptured.
This morning, Dr. Charlton Stucken of Hospital for Special Surgery in West Palm Beach, Florida performed a minimally-invasive Achilles tendon… pic.twitter.com/KAVZfcRxlE
— Tiger Woods (@TigerWoods) March 11, 2025
“La cirugía transcurrió sin problemas y esperamos una recuperación completa”, añadió el médico a cargo de la intervención. “Ahora estoy de regreso en casa y planeo concentrarme en mi recuperación y rehabilitación, gracias por todo el apoyo”, amplió el golfista. Este tipo de cirugías implica incisiones más pequeñas, y el tiempo de recuperación es más rápido. Sin embargo, la mayoría de las recuperaciones tardan un mes antes de que alguien pueda incluso poner peso en un pie.
La cirugía de Woods, de 49 años, ocurre a menos de un mes de la disputa del Masters de Augusta, que obviamente no disputará y suma más incertidumbre a su futuro deportivo. Y es que hace décadas que el ex líder del circuito es víctima de los achaques de su cuerpo. En retrospectiva, su historial de lesiones y operaciones es extenso y abarca problemáticas diversas que erosionaron su juego, además, claro, del inevitable paso. “Sólo trata de mantener su cuerpo unido”, consideró el legendario Jack Nicklaus, quien además valoró: “Tiene la capacidad de seguir jugando, pero obviamente no tan bien como antes”.
A lo largo de su carrera, Woods fue también sometido a varias operaciones por lesiones de espalda y rodilla. Desde hace tiempo, el calendario de Woods únicamente contempla los cuatro torneos más importantes del tour, más algún otro certamen puntual, desde el grave accidente automovilístico que protagonizó a principios de 2021, en el que casi pierde la pierna derecha. Pero en el pasado Masters finalizó en el lugar 60° y en el resto de los Grand Slams no pasó el corte.
Durante sus casi tres décadas como jugador profesional, el estadounidense acumuló dolencias de todo tipo. Ya durante su primer año universitario en Stanford, le extirparon dos quistes de su rodilla izquierda. Luego de su debut en el Masters 1995, una resonancia descubrió cicatrices en el manguito rotador, y en junio del mismo año, debió retirarse del US Open el segundo día de competición por una lesión en una muñeca. También se sometió a una cirugía artroscópica en la rodilla izquierda por tener comprometido el ligamento cruzado anterior.
Hubo más. A mediados de mayo de 2008, sintió un crujido debajo de la rodilla: tenía dos fracturas por fatiga en la tibia izquierda. Tras ganar el US Open 2009, su grande N° 14, le extrajeron un ligamento del tendón de la corva de la pierna derecha y lo utilizaron para reconstruir el LCA de la izquierda. En la tercera ronda del Masters 2011, sufrió un esguince de grado 1 en el ligamento colateral medial de su rodilla izquierda y una distensión leve en el tendón de Aquiles, en el que volvió a experimentar molestias meses después. En agosto de 2013, mientras jugaba la ronda final de The Barclays, padeció espasmos en la espalda y cayó al suelo. El 2015 también fue complejo: afrontó una nueva cirugía de microdiscectomía en septiembre, y al mes siguiente volvió a pasar por el quirófano con el fin de aliviar las molestias.
En febrero de 2017, su espalda sólo aguantó una ronda del Dubai Desert Classic. En abril, una nueva intervención en el disco lumbar inferior. En mayo de ese año, fue arrestado por conducción negligente, con imágenes que llegaron a todo el mundo, en la que se lo veía desorientado y tambaleante. En agosto de 2019, reveló que se sometió a una cirugía artroscópica para reparar un daño menor en el ligamento de su rodilla izquierda. Comenzó 2021 con un quinto procedimiento de microdiscectomía en la espalda con el objetivo de eliminar un “fragmento de disco presurizado”. En febrero, protagonizó otro accidente automovilístico. Fue muy grave: chocó contra un árbol y volcó. Su pierna derecha, la afectada: fracturas abiertas y un traumatismo importante en el tobillo.
En septiembre de 2024, se le realizó una microcirugía de descompresión de la columna lumbar por un pinzamiento del nervio en la espalda baja con la esperanza de aliviar los espasmos y el malestar que experimentó durante la mayor parte de la temporada. Woods, de 48 años, mantuvo un calendario limitado con cinco apariciones y no superó los cortes en los últimos tres Majors. Desde enero de 2020 que no termina entre los 30 primeros de un evento oficial del Tour. Su futuro está claro y él mismo lo develó: “Prepararme para volver a realizar mis actividades normales, incluido el golf”. Es la inagotable resiliencia de Eldrick Tont Woods, el hombre de titanio cuya carrera golfística tomó hace rato un rumbo muy incierto.
Recientemente, Woods tenía previsto reaparecer en febrero pasado en el Genesis Invitational, torneo que hospeda anualmente en California, pero renunció a última hora por el reciente fallecimiento de su madre.