Mark Carney se convirtió en el nuevo primer ministro de Canadá tras una victoria contundente en la elección interna del Partido Liberal. A sus 59 años, el exgobernador de los bancos centrales de ese país y del Reino Unido asume el cargo en un contexto político y económico desafiante. Su triple ciudadanía, una cuestión que generó debate, es un tema central en su transición al liderazgo.
Las razones detrás de la triple ciudadanía de Mark Carney
Carney posee ciudadanía canadiense, británica e irlandesa. Nació en Fort Smith, Territorios del Noroeste, y se crio en Edmonton, Alberta. Obtuvo la nacionalidad de Irlanda durante la década de 1980, debido a las raíces de tres de sus abuelos, que emigraron desde Co Mayo hasta Canadá. “Esa herencia irlandesa es una gran parte de quién soy”, comentó según Irish Times.
En 2018 adquirió la ciudadanía británica, cinco años después de asumir como gobernador del Banco de Inglaterra. Además, el nuevo líder canadiense está casado con Diana Carney, de origen británico, y tienen cuatro hijas juntos.
Sin embargo, el ahora primer ministro afirmó que inició los trámites para renunciar a sus naturalizaciones británica e irlandesa. “Como primer ministro, debería tener solo una ciudadanía”, declaró a principios de marzo, según CBC News. Además, enfatizó que no tiene problema con que varios legisladores canadienses tengan múltiples nacionalidades, pero considera que es una medida adecuada para su nuevo rol.
Una investigación del mencionado medio reveló que 56 parlamentarios del periodo 2015-2019 nacieron fuera de Canadá. De ellos, 22 tenían ciudadanías adicionales. Por ende, la presencia de legisladores con doble nacionalidad no es inusual en el Parlamento canadiense.
Carney: una carrera en finanzas antes de la política
Hijo de un director de escuela, Carney estudió en Harvard, donde consiguió una licenciatura en Economía 1988. Posteriormente, realizó un máster y un doctorado en Oxford. Durante su juventud, jugó hockey sobre hielo como arquero suplente en Harvard.
Antes de incursionar en la política, Carney dirigió el Banco de Canadá entre 2008 y 2013 y el Banco de Inglaterra, desde 2013 hasta 2020. Fue el primer extranjero en encabezar la institución británica desde su fundación en 1694.
Su gestión en ambas entidades es recordada por su manejo de las crisis financieras, incluida la de 2008. Además, trabajó durante 13 años en Goldman Sachs, con asignaciones en Londres, Tokio, Nueva York y Toronto. También fue asesor de las Naciones Unidas (ONU) en políticas climáticas y financieras.
El impacto de Carney en la política canadiense y los próximos desafíos
Su llegada al cargo ocurre en medio de un difícil panorama económico y una creciente disputa comercial con Estados Unidos. La semana pasada, el presidente Donald Trump anunció el aplazo del impuesto del 25% sobre todos los bienes canadienses, con una excepción para los sectores automotriz y energético.
Además, tras el final del mandato de Justin Trudeau, deberá enfrentar al conservador Pierre Poilievre en las elecciones federales el 20 de octubre, que podrían adelantarse. En enero, de acuerdo a Associated Press, una encuesta de Nanos situaba a los liberales 27 puntos por debajo de los conservadores. Sin embargo, los números recientes reflejan una mejoría: los liberales subieron al 34%, mientras que los conservadores lideran con 37%.
Su historial en el sector financiero le validó críticas de la oposición. Según BBC, los conservadores lo acusan de mentir sobre su papel en la reubicación de Brookfield Asset Management de Toronto a Nueva York, aunque Carney sostiene que la decisión se tomó tras su salida de la junta.
También exigieron que divulgue sus activos financieros, un requisito que aún no cumple al no ser parlamentario electo. Su equipo afirmó que respetará todas las normas éticas una vez que asuma formalmente como primer ministro.