La oficina del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu anunció el miércoles los nombres de los cuatro rehenes cuyos cuerpos serán devueltos el jueves.
Se trata de Shiri Bibas, sus dos hijos Ariel y Kfir Bibas, y Oded Lifshitz.
Las familias ya fueron informadas.
“En estos momentos difíciles, nuestros corazones están con las familias en duelo”, dice la oficina del Primer Ministro. “Seguiremos proporcionando actualizaciones fiables según sea necesario y pedimos que se abstengan de difundir rumores o información no oficial”.
Más temprano, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, afirmó en un mensaje en video que “mañana será un día muy difícil para el Estado de Israel, un día impactante, un día de duelo”, en referencia a la repatriación de los cuerpos de cuatro rehenes fallecidos.
“Traemos de regreso a cuatro de nuestros queridos secuestrados, que han caído”, declaró Netanyahu. “Abrazamos a las familias y el corazón de toda una nación está destrozado. Mi corazón está destrozado. El suyo también. Y el corazón de todo el mundo debería estarlo, porque aquí vemos con quién estamos tratando, con qué estamos tratando: monstruos”, añadió.
El primer ministro concluyó asegurando que Israel lamenta las pérdidas, pero está decidido a impedir que situaciones similares vuelvan a ocurrir.
El caso de la familia Bibas enseguida despertó reclamos en la sociedad israelí y la comunidad internacional, que desde el 7 de octubre de 2023 reclama por su liberación, en especial la de los niños.
Kfir y Ariel fueron secuestrados junto a su madre, Shiri, y su padre, Yardén, aquel sábado en el kibutz de Nir Oz. Los niños se convirtieron en los rehenes más jóvenes de los terroristas.
Yarden fue retenido en un sitio diferente al resto de su familia y liberado el pasado 1 de febrero, en el marco de la segunda tregua, tras 16 meses en cautividad.
Sin embargo, el enemigo no liberó a los otros tres Bibas en ninguna instancia de los intercambios dado que el 29 de noviembre de 2023, las Brigadas al Qasam habían anunciado su muerte durante un supuesto bombardeo israelí en Gaza.
La noticia nunca fue confirmada por Israel, por lo que aún se conservaba la esperanza de que pudieran seguir con vida y se tratara, en realidad, de una estrategia de terrorismo psicológico.
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