Aplausos, cantitos, chicanas, silbidos y tiros por elevación contra el gobierno de Javier Milei constituyeron el marco de la polémica asamblea de este jueves en la que Claudio Fabián Tapia fue reelegido al mando de la Asociación del Fútbol Argentino hasta octubre de 2028, ad referéndum de lo que dictamine la Justicia. “Es un día histórico para la democratización de la casa madre, uno de los más importantes de la historia del fútbol argentino”, expresó un Tapia aplomado y convencido de sus palabras, que se diferenció del tono confrontativo del presidente de la Nación y pidió “no dejarse engañar” por los dichos del líder libertario.

Secundado por el tesorero de AFA, Pablo Toviggino, el asesor legal de la entidad, Andrés Paton Urich, y el titular de Racing, Víctor Blanco, Chiqui hizo un repaso por sus logros económicos y deportivos al frente del organismo, se atribuyó haber “refundado” y “democratizado” el fútbol argentino y agradeció al juez en lo Civil que, a pesar del fallo de la IGJ, dio lugar a la realización de la asamblea.

Tapia sacó pecho por los títulos obtenidos con la selección y le respondió por primera vez a Javier Milei tras su posteo en julio de este año, previo a la final de la Copa América, en el que aseguraba que el equipo titular provenía de las sociedades anónimas deportivas. Sin hacer nombres propios ni elevar el tono de voz, el mandamás de la calle Viamonte dijo que es “mentira” que los jugadores campeones del mundo se formaron en Europa y valoró el trabajo de los clubes (es decir, de las asociaciones civiles sin fines de lucro) a la hora de invertir en la formación de los futbolistas. “A veces nos quieren confundir y nosotros no estamos confundidos. Cuando decimos que no queremos un modelo u otro (en referencia a las SAD) es también por estas cosas”, enfatizó, y levantó aplausos entre los asambleístas presentes. El único que se mantuvo en silencio fue Rodrigo Escribano, vicepresidente de Talleres de Córdoba, quien fue abucheado por el resto de los asambleístas y abandonó la reunión antes de votarse la reelección de Tapia tras un fuerte cruce con Toviggino.

Chiqui, en cambio, mantuvo una postura dialoguista: “Lo que votamos son los puntos del orden del día, los cuales son propuestos por los dirigentes del fútbol argentino. Acá no hay imposiciones. Acá debatimos y votamos lo que el fútbol argentino desea. Nadie presiona a nadie para que haga lo que no quiere. La demostración está en el dirigente de Talleres, que no comparte las ideas y está muy bien. Viene y lo expresa, y está bien que sea así. Y hay una mayoría que piensa diferente y también lo expresa. Esta es la manera de seguir democratizando el fútbol”, aclaró en relación a las discrepancias con la dirigencia de la T, que impulsó el reclamo en IGJ con el objetivo de suspender la asamblea.

Los dirigentes en la Asamblea General Ordinaria 2024 de la Asociación del Fútbol Argentino en el predio de Ezeiza, y un voto a mano alzada

Sin embargo, Tapia sí pareció cargar contra Escribano cuando rememoró el famoso “38 a 38″ en la asamblea electiva de 2015, en la que Luis Segura y Marcelo Tinelli acabaron increíblemente empatados en una elección de 75 votos. Es que el vicepresidente del conjunto cordobés, que fue parte de la junta escrutadora en representación de la lista de Tinelli, fue uno de los apuntados por el doble sufragio que derivó, tiempo después, en la creación de una Comisión Normalizadora que manejó los destinos de la AFA hasta la asunción de Claudio Tapia, quien apoyaba al entonces presidente de Argentinos Juniors.

“Muchas de las cosas que quieren que empecemos a vivir hoy ya las vivimos en 2017, cuando empezaron a ejercer el poder para modificar (sic) a quienes eran los dueños de los derechos del fútbol. Hemos vivido y hemos pasado por esas situaciones, y esta (por el fallo de la IGJ) no deja de ser una de ellas. Por ahí algunos son los mismos actores que se equivocaron cuando contaron o se les pegó un voto. Todos saben de lo que estoy hablando. Tenían mermelada en la mano… Porque esa elección la ganamos 38 a 37, no empatamos 38 a 38″, disparó, ahora sí, con cierto dejo de altivez, sugiriendo que nada de lo sucedido aquella noche se debió al supuesto material pegajoso de las boletas ni fue obra de la casualidad.

En un gimnasio de futsal atestado de dirigentes y allegados a su conducción, Tapia fue varias veces ovacionado a lo largo de su alocución. Especialmente, tras su réplica contra Javier Milei. “Que de la mano, de Chiqui Tapia”, se cantó sobre el final de la asamblea, en la que además quedaron provisionalmente suspendidos los descensos de la Liga Profesional y se aprobó el nuevo torneo de 30 equipos. “Dale campeón, dale campeón”, se oyó también en el predio Lionel Andrés Messi, donde el único club ausente fue Estudiantes de La Plata, presidido por Juan Sebastián Verón, personaje antagónico a la gestión actual.

“El único compromiso que tenemos es por y para el fútbol. A lo único que nos dedicamos es a hacer política por y para el fútbol, no tenemos otro interés. El fútbol es cultura. El fútbol somos nosotros, señores”, cerró un Tapia “feliz”, aunque la pelota ahora la tenga la Justicia.

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